lunes, 22 de junio de 2009

Las tejedoras. Por Teresa Gatto

Dos hermanas coexisten en una casa que de tanto en tanto se puebla de ruidos y presencias fantasmales. Ellas, Angélica e Isaura, pasan sus días tejiendo una, hilando la otra, en medio de conversaciones aparentemente banales que van dando cuenta de algunas zonas de olvido aparentemente imputables a la menor. Así, Angélica, la mayor, en su rol de primogénita, cuida de esa hermana que parece haber olvidado el pasado. No recuerda a su madre fallecida casi al instante en que ella alumbró a la vida, como así tampoco a su padre. Estos datos y su constante incomodidad dan cuenta de una parcela de la historia de una familia que se destruyó y ya no existe. Estos olvidos de Isaura, son irreales, lo sabremos luego, y forman parte del secreto y no de la amnesia.

Lo espectros aparecen en la escena, provocando sombras y sospechas, prefiguran esas zonas pretéritas que no se dejan develar. De la misma manera, los afanes esotéricos, las lecturas de la borra de café y los referidos místicos, cargan al ambiente de un misterio que es un más allá de lo textual.

Angélica, la mayor y aparentemente más pragmática hace caso omiso de esas perturbadoras presencias/ausencias y se dedica a tejer y entregar los tejidos que proveen el sustento diario, aunque cree en revelaciones, pitonisas, etc.

Pero esos fantasmas, resultan indiciales para el espectador que prevé que la historia no será lineal. Hay mucho del pasado de esa familia que desconocemos.

Cuando caen todos los velos y se revela que nadie es quien dice ser, la apretada trama tejida en años de historia, da un viraje a la narración que se convierte en una intrincada madeja de traiciones, mentiras y secretos de muerte.

¿Quién lo ha olvidado todo? ¿La mayor? ¿La menor? ¿Qué es lo que se ha olvidado y qué lo que se quiere sacar a luz?

Hacia el final, una herencia de cuyo destino, sólo Angélica tiene el mapa, desenmascara los verdaderos parentescos, la verdadera amnesia traumática y la codicia como uno de los motores de la acción.

La puesta en escena tiende a generar un clima de suspenso en el que se filtran toques de humor sutil y efectivo. Las actrices Nadia Cantó y Estefanía Revas, juegan sus personajes con gran solvencia y regularidad ya que la obra las tiene en escena casi todo el tiempo y por el tipo textual, las arroja a una soledad de la que salen airosas ya que no hay baches ni mesetas. Ambas sostienen orgánicamente a sus criaturas.

El espacio escénico es despojado, utilizando sólo los objetos que son rigurosamente necesarios para el accionar de los personajes, permitiendo así el recorrido de los fantasmas, que cada tanto pueblan la casa de rumores y sospechas del pasado. El diseño lumínico resulta efectivo, custodiando los claro-oscuros necesarios a la hora de lo espectral.

La dirección logra resolver la puesta, guiando a las actrices, a la hora de sostener más de una hora de una historia que no cuenta lo oculto del modo tradicional.

Con un cierto matiz psicologista, la obra deviene casi en policial: hay un secreto, una conspiración para cometer un delito y un desbaratamiento del mismo porque nadie ha olvidado todo lo que debía olvidar.


Publicado en Leedor el 19-06-2009
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Sábados 21:30 hs.
Mimoteatro Escobar - Lerchundi
Defensa 611
Reservas en contacto@arteludovica.com.ar
o al 4671-4723

martes, 16 de junio de 2009

A dos agujas. El arte de tejer y de gustar. Por Perez Artaso Ariana

El pasado sábado 13 junio se estrenó en el Mimoteatro Escobar – Lerchundi, Las Tejedoras, obra escrita por Darío Semino y dirigida por María Fernanda Catullo, tejiéndose en el escenario y desplegando su belleza.

Poco queda por decir. Cuando una buena historia se junta con excelentísimos actores, cuando el guión es fluido e inteligente, todo se da –redondito-, y uno disfruta de una gran obra.
Las Tejedoras, dirigida por María Fernanda Catullo y escrita por Darío Semino es una pieza de encastre, un rompe cabezas, un mecanismo de relojería en el que todo funciona: algunas manivelas generan suspenso y nos intrigan, ciertas roscas nos distraen y hacen seguir caminos que, para nuestra sorpresa, no son correctos ni errados. Tornillos, ajustando cada pieza, nos hacen reír y disfrutar. La maquinaria de esta obra es completa y eficiente; a Las Tejedoras no le falta nada porque en cada movimiento nos da todo, con esa generosidad que tiene el arte y que a veces –por mezquindad, distracción o falta de gracia- se nos pierde; desencuentro recurrente entre artistas y públicos.
Pero en esta casona derruida y habitada por Angélica e Isaura –o Catalina, quién sabe a esta altura-, sólo se dan reconfortantes encuentros: miramos, porque ciertamente tienen algo que decir, algo que mostrar; el buen teatro en el escenario.
Las dos mujeres, hermanas –por lo menos en apariencia-, pasan sus tardes intentando recordar un pasado intermitente. Tejiendo para vivir, entre supersticiones, interpretaciones de sueños, libros por fin leídos y algún que otro ladrón puntual -pero invisible-, los personajes nos internan en un mundo místico, paranoico y testarudo que, entre pantuflas y a dos agujas, nos atrapa como la manta con la que los demonios de estas tejedoras envuelven sus cuerpos, haciendo de lo conocido la inmersión en un confuso infierno.
Los mil fantasmas que habitan la casa, las mentes y la puesta toda, afilan desde un comienzo sus agujas, marcándonos el pulso de un corazón que no se acelera, y el latir de un tiempo que no pasa. Son ellos los que nos hacen pensar que ésta puede ser una obra psicológica. Difícil de encasillar, Las Tejedoras narra la historia de una misteriosa -y por algunos ambicionada- herencia en manos de Angélica, manos que tejen y destejen, generándonos la duda. La locura y la cordura se anudan en sus hilos que en vez de lana, parecieran estar hechos del material de la desgracia: amnésico y latente, como todo secreto.
Y poco queda por decir, porque cuando una obra resulta, resulta y no hay más vueltas.

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Sábados 21:30 hs. en Mimoteatro Escobar - Lerchundi
Defensa 611
Reservas al 4671-4723

lunes, 8 de junio de 2009

Estreno - Las Tejedoras - 13 de junio


LAS TEJEDORAS

Lo que uno piensa en el sueño, ¿es sueño o pensamiento?

Sábados 21:30 hs.

Mimoteatro Escobar - Lerchundi
Defensa 611
Reservas en contacto@arteludovica.com.ar o al 4671-4723